HISTORIA DEL PHREAKING
 
 
     Introducción:

    ¿Qué es el phreaking? Básicamente consiste en aprovecharnos de las debilidades de la compañía Timofónica… uh, perdón, Telefónica, para hacer llamadas gratuitas. Todos hemos usado alguna vez aquel truquito en la cabinas telefónicas antiguas consistente en tirar de la palanca de colgado un par de veces para llamar gratis, u otros varios trucos parecidos.

    Sin embargo, su aplicación cada vez es más difícil; la circuitería de los teléfonos tiene menos fallos de diseño y por lo tanto, los trucos son más complicados.

    El phreaking empezó en los inicios de la década de los 60 cuando un tal Mark Bernay descubrió cómo aprovechar un error de seguridad de Bell. Este error se basaba en la utilización de los mecanismos loop-arround-pairs como vía para realizar llamadas gratuitas.

    Lo que Bernay descubrió fue que dentro de Bell existían unos números de prueba que servían para que los operarios comprobaran las conexiones. Estos números solían ser dos y consecutivos, y estaban enlazados de tal manera que si se llamaba a uno este conectaba con el otro. Así pues si alguien en EEUU marcaba una serie de estos números de prueba consecutivos podría hablar gratuitamente.

    Este descubrimiento fue potenciado sobre todo por los jóvenes de aquel entonces, los cuales solo lo utilizaban con el fin de ahorrase dinero a la hora de hablar con sus amigos. Pero la cosa cambio cuando cierto numero de éstos descubrieron que Bell era un Universo sin explorar y al que se le podría sacar más partido que el de unas simples llamadas gratuitas. Así, después de los rudimentarios loop-arround-pairs se paso a la utilización de ciertos aparatos electrónicos, los cuales son conocidos ahora como boxes. La primera box que se encontró fue hallada en 1961 en el Washington State College, y era un chisme con una
carcasa metálica que estaba conectado al teléfono... automáticamente fue llamado Blue Box (caja azul).

    Estas boxes lo que hacían era usar el nuevo sistema de Bell para redirigir las llamadas: los tonos. Esto es, cuando se marcaba
un número, este lo identificaba Bell como una combinación de notas musicales que eran creadas por 6 tonos maestros, los
cuales eran los que controlaban Bell y por lo tanto eran secretos...o al menos eso pretendían. El como los phreakers llegaron a
enterarse del funcionamiento de estos tonos fue algo muy simple y estúpido: Bell, orgullosísima de su nuevo sistema lo publicó
detalladamente en dos revistas que iban dirigidas única y exclusivamente a los operarios de la esta compañía telefónica; lo que
paso es que no cayeron en la cuenta de que todo suscriptor de esa revista recibió también en su casa un ejemplar que narraba
el funcionamiento de Bell...increíble pero cierto.

    Bien, una vez que los phreakers conocieron los secretos la compañía telefónica no les fue muy difícil reproducir esos tonos y
utilizarlos de la misma forma que lo hacia Bell. Las primeras Blue boxes eran unos aparatos que tenían unos tubos de vacío
(precursores de los transistores) que emitían tonos. También eran conocidas como MFs (multifrequency trasmitters). Pero
desde aquel entonces las Blue Box han evolucionado mucho...

    Más o menos por esas fechas Bell ya estaba bastante ocupada intentando acabar con lo que ahora de conoce como Red
Boxes (cajas rojas), que eran unos artilugios más simplones que las Blue Boxes pero que también eran muy utilizados. Solían
ser un teléfono de campo militar o uno corriente modificado que se conectaban a un aparato Bell. Su funcionamiento era muy
simple (pero efectivo): mandaban una señal lo suficientemente corta para que la centralita pensara que la llamada no había sido
descolgada cuando en realidad sí lo había sido. Por ejemplo, supongamos que instalamos una cajita roja en casa de un amigo,
al que luego llamamos por un teléfono público. Nuestro colega no tendrá más que apretar un botoncito para mandar una señal
y poder hablar gratis. Mientras en la centralita local no se ha registrado que el teléfono de nuestro amigo se haya levantado
sino que sigue sonando como si no hubiera nadie en casa. Y este era el mayor handicap de las Red Boxes, que solía ser
sospechoso que una persona hubiera estado esperando 30 o 40 minutos a que en el destino levantaran el teléfono. También
existía otra Red Box que imitaba el sonido que hacen las monedas al caer, haciendo creer a la compañía telefónica que la
llamada había sido pagada.

    Al poco tiempo salió una variación de la Red Box inicial que fue llamada Black Box, la cual hacia que el teléfono dejara de
sonar antes de ser descolgado, de esta manera en la centralita no se facturaba la llamada ya que había sido cancelada antes de
que el destinatario descolgara el teléfono.

    En realidad no existe ningún nombre especifico para cada Box, quiero decir, que lo que uno llame Red Box otro puede
llamarla de otra forma siendo lo mismo, aunque normalmente la Blue Box, la Red Box y la Black Box suelen ser siempre
llamadas por estos nombres debido a que fueron las primeras en salir y las mas famosillas...pero no las únicas (piensa en todos
los colores que te sepas y podrás sacar una box por cada uno mas o menos).

    La más famosa y evolucionada era la Blue Box. Para no pagar la llamada los phreakers lo que hacían era llamar a un número
de información de otra ciudad o a un número comercial gratuito (1-800 en EEUU, 900 en España...) y después redirigían la
llamada utilizando los tonos de su MF. Profundicemos: cuando se realizaba una llamada lo primero que hace la centralita es
leer los primeros dígitos marcados que son los que indican que tipo de llama es (larga distancia, urbana...). Supongamos que la
llamada realizada es de larga distancia. Para ello la centralita la conecta con una línea de larga distancia que en ese momento
esté desocupada, la cual emite constantemente un silbido de 2600 ciclos (mmmmh...¿de que me suena este numero?) el cual
significa que la línea esta preparada para recibir una llamada. Cuando el phreaker termina de marcar el resto de los números
(llamados dígitos de dirección) la llamada ha finalizado. La centralita deja al emisor (el phreaker) que marque su número
deseado, y la línea vuelve a silbar 2600 ciclos para permitir entrar a la llamada. Es entonces cuando nuestro amigo marcaba un
numero gratuito, por ejemplo el 1-800 de cualquier empresa. La centralita local de la zona de la empresa a la que hemos
llamado detecta una llamada interurbana a un numero gratuito, y dirige la llamada hacia allí. Es en ese momento, antes de que
la empresa responda, es cuando el phreaker pulsa el botón de su MF, mandando un silbido de 2600 Hz, que es interpretado
por la centralita primera como que la llamada ha sido cortada, puesto que la línea silbaba, cosa que hacia cuando estaba libre.
    Pero mientras tanto en la centralita de la zona de la empresa no se había detectado nada, sino solamente una llamada a un
numero gratuito que no había finalizado aún. Así pues, el phreaker podía marcar pacientemente el número que quisiera, ya que
tenia una línea de larga distancia para él solito y de gratis.

    Las blue boxes no sólo servían para realizar llamadas gratuitas, sino que proporcionaban a sus usuarios los mismos privilegios que los operadores de Bell.

    Lo realmente curioso, y desastroso para Bell, es que algunas personas eran capaces de silbar 2600 ciclos de forma
completamente natural. El primer phreaker que utilizaba este método fue Joe Engressia (ciego) que a los 8 años y por azar
silbó por el auricular de su teléfono cuando escuchaba un mensaje pregrabado y la llamada se corto. Realizo esto varias veces
y en todas se le cortaba. La razón es un fenómeno llamado Talk-Off, que consiste en que cuando alguien silba y alcanza
casualmente los 2600 hz, la llamada se corta, como si fuera una Blue Box orgánica :). Joe aprendió como potenciar su
habilidad para silbar 2600 Hz y ya con 20 años era capaz de llamar, producir los 2600 Hz con su boca y silbar los tonos del
número al que quería llamar... ¡increíble!.

    Fue avisado de que sus aficiones telefónicas eran ilegales y se mudo a otro estado para ahorrarse problemas. Se mudo a
Memphis, ciudad que tenia distritos telefónicos independientes, y se dedico a realizarse como phreaker. Empezaron a vigilarle
y le cogieron; pasó la noche en la cárcel. Fue solamente acusado de poseer una caja azul y de robo intencionado de servicios...en realidad su único delito fue su amor por Bell, la cual se negó a devolverle la línea. Joe Engressia trabaja
actualmente para Bell Mountain.

    Otro phreaker que utilizaba el método de Engressia, fue John Draper, más conocido por Cap´n Cruch, nick que sacó a raíz de un silbato que regalaban con la marca de cereales Cap´n Cruch, el cual, podría utilizarse como instrumento para hacer
phreaking. Draper hacia algo parecido a lo que hacia Joe Engressia, soplaba su silbato y la línea se quedaba libre. También
se dedico a proveer a muchisimos chicos invidentes cajas azules y les enseño a manejarlas, lo que le hizo muy popular. Una
vez que Draper fue a Inglaterra habló con uno de sus amigos ciegos que vivía en Nueva York. Este le dijo que había
descubierto el código que utilizaban los operarios de Bell para comprobar la conexión con Inglaterra. Ese código era 182 + un
número de teléfono británico. Las llamadas efectuadas por esa línea eran gratuitas. El descubrimiento se divulgó rápidamente
por toda la comunidad phreaker que querían probar la nueva vía, pero como casi ninguno conocía a nadie en Inglaterra se
dedicaron todos a llamar a Cap´n Crunch. Hay que decir que por aquel entonces una llamada intercontinental no era algo muy
común, y mucho menos si era transatlántica, para empezar porque la mayoría de las veces la llamada podría tardar más de
medio ida en llegar a su destino. Cuando una familia se comunicaba con otro pariente de otro continente solían hacerlo un par
de veces al año como mucho, debido a las dificultades que conllevaba esto. Por esa razón la GPO (Oficina de correos
Británica, que en ese momento se encargaba de la telefonía b retona) se sorprendió de que un turista recibiera del orden de
unas 5 o 6 llamadas al dia, por lo que le investigaron. Draper soltó la excusa de que era muy popular en EEUU y por eso la
cantidad de llamadas...no convenció mucho a las autoridades inglesas, y Cap´n Crunch tuvo que pedirle a sus amigos que
dejaran de llamarle.

    Una de las más extravagantes formas de difusión del phreaking fue la que llevó a cabo Cap´n Crunch cuando fue arrestado y
encarcelado a mediados de los años 70. Dentro de la cárcel se vio obligado a transmitir sus conocimientos por cuestiones de
vida o muerte, es decir, o les explicaba a los reclusos las mas diversas técnicas del phreaking o le machacaban...el resultado es
evidente. Draper enseño a los reclusos de la prisión en la que se encontraba a cambio de seguir vivo. De esa manera todo
recluso que salía de allí era un phreaker en potencia, que había tenido como maestro a uno de los mejores, por no decir el
mejor.

    Muchos phreakers evolucionaron mas tarde al hacking, como es el caso del pionero Mark Bernay, que bajo el nick de The
Midnight Skulker (El vigilante de medianoche) se rió de todos los fallos de seguridad de su empresa, dejando mensajitos
sarcásticos a cualquiera que metiera la pata...fue traicionado y encerrado. Pero eso no significa el phreaking haya muerto, ni
mucho menos, simplemente que con el avance de las tecnologías también avanzaron ellos. Ahora se sigue practicando este
fantástico arte, aunque tanto han mejorado las tecnologías de un lado como de otro...ya no basta con realizar un truco
parecido al de los loop-arround-pairs para mantener una conversación gratuita, ahora es 'algo' más difícil, pero siempre que
exista una valla alguien la va a saltará...o sea, que nadie piense que el hacking mató al phreaking porque no es así, los dos
viven en perfecta armonía y en pleno auge.

    Este texto es una revisión muy poco puntualizada de lo que fue la historia de los inicios de la práctica del phreaking,
obviamente hubo más personajes famosos que los citados aquí, y muchas más maneras de colarse por la línea telefónica.

 
    Este texto ha sido posible gracias a la Asociación de Ingenieros de Te lecomunicación de Málaga: Teleconova.